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-HOMENAJE A LA LIBERTAD-

Nunca la sangre derramada por los valientes fue un estorbo para hablar de las guerras, del malestar de toda una generación... Cuando por la noche, harto de la vergüenza televisiva, el viejo Antonio, integrante de la ya famosa quinta del biberón se acostaba no dejaba volar su imaginación por miedo a perderse en la profunda garganta del miedo eterno... del miedo que todo lo puede.

Sus compañeros muertos, mutilados, con miembros gangrenados, con las tripas fuera... copaban sus pesadillas tornándolas cada noche más y más insufribles. Extranjeros que vinieron de otros países gritaban piedad mientras exhalaban sus últimas palabras, ayuda, socorro, entre borbotones de sangre... Las bombas nunca cesaron de caer dentro de su cabeza, estrepitosamente, exagerando cada uno de los estallidos con un molesto eco de incomprensión... La locura de la Guerra Civil todavía se hacía oír incluso después de exiliarse en Francia y luchar por unas ideas justas y revolucionarias a su modo de entender.

El mundo no cambió por él, ni por los que murieron, se desvanecieron las palabras LIBERTAD, los gritos de LA INTERNACIONAL cantada a pulmón mientras esperaban ser fusilados... el viejo Antonio sufrió la incomprensión de sus semejantes, el rechazo de los defensores de la Patria, nunca fue reconocido su valor más que por el Hermano Stalin al que nunca veneró por sus principios y ser integrante del POUM, ... Antonio nunca olvidó a su país, la LIBERTAD por la que luchó le escupió en la cara hasta hoy.

Las manchas de sangre que conservaba en el corazón las borró hoy, acostado en su cama, solo, sin más hijos que los de la España republicana, los hijos de la LIBERTAD... Antonio murió tranquilo hoy....

A TODOS AQUELLOS QUE MURIERON SIN QUE A DIA DE HOY NADIE HAYA RECONOCIDO SU LABOR EN LA LUCHA CONTRA LA INJUSTICIA.


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