Las Moskas opinan:
Cada vez que nos enfrentamos al reto de ver un remake o una secuela (en este caso algo así como una pre-cuela a ver si cuela y la gente va al cine a ver mi película) de algún film mítico temblamos de miedo, no por aquello del terror, sino simplemente por la curiosidad
innata que uno tiene al ver de qué manera puede destruirse un mito. Nos pasó con el remake de "La Profecía" (Omen 666), con "La morada del miedo" y evidentemente nos ha pasado con "La Matanza de Texas: el origen".
Con ello no quiero decir que la película sea mala, ni mucho menos, tiene unos efectos especiales brillantes, sangre a tutiplén, vísceras, mucho mucho gore, terror explícito... y quizás sea eso lo único que falla en la película, mientras la vieja película de Tobe Hoper se recreaba en
la insana ambientación, la necedad de los personajes, el crear el adecuado clima de terror sin tanta víscera escupiendo en la pantalla, ésta lo hace al contrario, dejando de lado el simple argumento y/o el origen del mítico Leatherface, todo lo demás se centra en ver cómo despedazan
a los cuatro desgraciados de turno fatalmente ambientados en los finales de los 60: en pleno conflicto con Vietnam.
Pese a la poca credibilidad de los personajes y de la misma película en sí misma, dando una vuelta de tuerca más a las típicas películas de terror/gore al estilo del nuevo remake "Las colinas tiene ojos", tampoco va a dejarnos indiferentes por las atroces escenas de desmembramientos, torturas,
y demás acciones violentas que sirven de excusa para contar el origen del terrorífico Leatherface. No hay que buscarle ningún tipo de expresión artística a la película ni situarla en los anales del cine de culto porque no lo será jamás. Simplemente entretiene, nada más.
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